sábado, 31 de marzo de 2012

La despedida

Escalofríos me recorrieron el cuerpo al leer lo que leí
Aquella noche de tormenta en la que me estremecí
Eran unas letras rojas que parecían ensangrentadas
Por unas palabras malditas por unas palabras sangradas

Mi cuerpo se estremeció mi mente comenzó a dar vueltas
Esas letras encarnadas me alteraban la conciencia
Por mucho que mi instinto recapacitaba paciencia
Mi mente no la encontraba el alma estaba suelta

Abandonaba mi cuerpo que quedaba aletargado
Mientras ella viajaba a mundos imaginarios
Buscando soluciones buscando a los adversarios
Para encontrar por fin la paz a mi cuerpo apagado

Sólo podía pensar en esa nota con letras ensangrentadas
En ese texto maldito escrito por alguien querido
Que por engaño instintivo causó el desamor
Por ese contenido duro y directo, que me ha herido
Que en el corazón se clava como docenas de espadas
Que a mi mente y cuerpo le causa tanto dolor
Una despedida sin un beso, sin un abrazo solo un adiós.

Nunca me dio tiempo a decirte lo que te quería
Por inconsciencia plena o la maldita inexperiencia
Solo pensaba en mi mismo y no en lo que realmente amaba
No en lo que realmente quería que eras tú mi ángel, eras mi esencia

Ahora me encuentro aquí solo en la oscuridad de una habitación
Rodeado de recuerdos de viajes y amor, de penas y alegrías
De encuentros, decepciones y penurias, pero siempre te queda
Que mañana será otro día y seguro que las cosas se verán mejor

Como moraleja de este verso rasgado dejo:

Que el amor es un don que tenemos los humanos
Pero igual que amamos también odiamos
Y lo que empezó siendo un jardín de rosas
Se puede convertir en un terreno de ramas espinosas

Por eso recomiendo tener siempre la misma temperatura
Regar las flores todos los días para que nos den alegrías
El tenerlas en buena tierra, hablarlas y mimarlas cada día
Así siempre estarán exuberantes y tú a la altura

De poder tener siempre tu jardín al lado
Siempre bello, esplendoroso dando compañía
Compartiendo lo bueno lo malo y la alegría
Toda la eternidad junto a tu ser amado

2 comentarios:

  1. Me has recordado al Principito cuidando su única flor en su bello planeta, donde cada día se levantaba y cumplía con el cuidado del mismo y de su flor y de su baobab.
    En realidad si tuviésemos eso los humanos, una parcela pequeñita donde cuidar a lo que realmente amamos, no habría tanto sobresalto cuando hay algo que descuidamos.
    Con esta velocidad de vida ahora nos perdemos lo que más nos importa, pero si te ha servido de leccion pues has ganado mucho, siempre hay que quedarse con lo bueno. (No dejes de escribir tus paranoias que son las de muchos que no se atreven a escribirlas)

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